PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
El fin último de la humanidad es ser feliz y estar satisfecha. Pero la autorrealización mediante el materialismo no logrará este objetivo. En lo más íntimo del ser, la gente sabe que esto es cierto y, sin embargo, continúa con su obsesión por las posesiones: lo veo, lo quiero, lo tengo. ¿Qué podría ser más sencillo que eso? Los adventistas del séptimo día, al igual que todos los demás, se enfrentan a la tentación de suscribirse a los valores del materialismo. Sin embargo, la adquisición continua de bienes no produce felicidad, satisfacción ni contentamiento. Al contrario, produce problemas, como cuando el joven rico se apartó de Jesús, desdichado, desanimado y abatido porque no oyó ni obtuvo lo que quería. “Los valores materialistas se asocian con un socavamiento generalizado del bienestar de la gente, desde poca satisfacción y felicidad en la vida, hasta depresión y ansiedad, pasando por los problemas físicos como los dolores de cabeza, los trastornos de la personalidad, el narcisismo y el comportamiento antisocial” (T. Kasser, The High Price of Materialism [El alto precio del materialismo], p. 22). ( Nota )
En otras palabras, los cristianos materialistas beben con orgullo de la fuente de la riqueza, pero se deshidratan espiritualmente. Sin embargo, si bebemos del agua que Cristo da, nunca tendremos sed (Juan 4:14 ( CB ) ).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Analiza la idea del evangelio de la prosperidad ( Nota ) . ¿Qué versículos podrían usar quienes creen en esta idea, para tratar de promoverla? Al mismo tiempo, ¿qué ejemplos puedes encontrar en la Biblia de personas fieles, cuyas vidas son refutaciones vivientes de esta falsa enseñanza?
2. Cuando su primer hijo ya tenía algunos años, un hombre dijo: “He aprendido dos verdades bíblicas importantes de este niño. Primero, que nacemos pecadores. Segundo, que nacemos codiciosos”. ¿Quién puede contar historias acerca del modo en que aun los niños revelan cuán codiciosos somos naturalmente los seres humanos? ¿Qué nos dice esto acerca de la necesidad de la gracia divina?
3. “Si buscamos el origen de nuestros problemas”, escribió alguien, “no deberíamos testar a la gente para medir su adicción a las drogas; deberíamos testarlas para medir su estupidez, su ignorancia, su codicia y su amor al poder”. ¿Qué tiene la codicia que es tan perjudicial, no solo para el codicioso en sí, sino también para los que lo rodean? ¿Qué ejemplos conoces en los que la codicia ha causado daños terribles a todos los involucrados?